Melanoma coriorretiniano (Cortesía de Adolfo Perez Rodríguez). Paciente de 75 años que consulta por presentar miodesopsias y alteraciones visuales con el OI dos semanas antes de acudir a su médico, que realiza una primera retinografía poco concluyente, aunque si se apreció una zona borrosa en campo más nasal del OI. Ante la sospecha de un desprendimiento retiniano, se practica una exploración más profunda, en la que se puede observar un desprendimiento exudativo de retina, sobre un fondo parduzco, altamente sospechoso de melanoma coriorretiniano.
La coroides es una túnica muy vascularizada en la que pueden asentar metástasis (próstata, mama, pulmón...), o bien la aparición de tumores primarios, como el caso que se presenta, que surge de la capa de epitelio pigmentario que separa la coroides de la retina. El crecimiento tumoral provoca un exudado que levanta la retina, dando lugar al desprendimiento exudativo característico de los procesos tumorales de la zona.
El melanoma coriorretiniano es el tumor ocular primario más frecuente del adulto, y la realización de un diagnóstico precoz es fundamental para salvar la vida del paciente y preservar su visión. En este caso, cuando se realiza el diagnóstico, el tamaño del tumor es considerable (1 cts.). Quizás, el hecho de estar asentado en la periferia nasal ha provocado clínica tardíamente.
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